Sali de la habitación, tenía el corazón saliendo de mí en pedazos, con cada lagrima, no miraba hacia donde iba hasta que choque con alguien ― Perdone ― dije con la voz cortada por el nudo en mi garganta
― No te apures, veo que aún no has logrado liberarte del dolor en tu interior ― esa persona tenia una voz grave, pero muy amable. No entendía a que se refería, hasta que levanté la mirada y vi que era el Rey Druida
― Usted es… ―
― Hola princesa, me alegra verte, ven creo que necesitas que alguien te escuche ― me condujo hasta una cámara en lo profundo de los túneles, entramos y cerro la puerta ― toma asiento, dime que es lo que te tiene así ―
Dude por un momento si contarle la verdad, pero él es el hombre más sabio que existe, es la persona que puede guiarme de la mejor forma ― Alena me dijo que tú serias mi guía, pero te fuiste antes de que pudiera verte ―
― Bueno, mi presencia era necesaria en otro lugar, pero te deje un mensaje en el collar,