Isaak y la familia Reymond, fueron ubicados en diagonal a la mesa principal donde se encontraban Anton y Yalens.

Un gran remolino de ira se creaba en el estómago de Dayann, no era posible que la insoportable de su prima estuviera exhibiéndose en compañía de Anton.

Sin retirar su falsa sonrisa de su rostro mientras su prometido hablaba con otros invitados susurro a Xavier — Padre tienes que hacerle ver su lugar a Yalens.

Xaver era un padre devoto a su hija así que la complacía en cada petición que saliera de su boca.

Yalens se encontraba confundida, no encontraba la explicación exacta de porque Anton Kalman, la había invitado solo a ella a su mesa, y es que ninguno de los grandes empresarios presentes estaba a su lado.

—Señor Kalman, que placer volver a verlo—

exclamo Xaver seguido de su esposa que se acercaron a la mesa donde ellos se encontraban —Si Anton que bueno volver a verte, te felicito por la nueva filial.

Anton permaneció imperturbable mientras asentía sin necesidad de pronunciar palabra, internándome sabía las sucias intenciones de los Reymond para acercarse a su mesa, así que bebe de su trago, esperando a el siguiente movimiento.

Xaver retiro su mirada del hombre para deslizarla sobre Yalens, que inmediatamente ellos llegaron a la mesa giro su cuerpo y poso su atención en los artistas de la filarmónica que tocaban de fondo.

—Pero hija que ingratitud de tu parte no saludarnos—dijo Xaver con un tono pesaroso, seguido de la mujer a su lado —Si Yalens ahora que eres reconocida no te acuerdas de tus tíos. Esa no fue la educación que te brindaron tus padres.

Yalens los observo gélidamente.

—Me disculpan pero mi único pariente es mi madre. Luego se levantó de la mesa y dirigió su mirada a Anton para terminar —Discúlpeme señor Kalman me dirijo al tocador, le cayeron un par de moscas a mi trago.

Anton no pudo evitar sonreír sarcásticamente mientras también tomo posición acomodando su traje.

—La acompañaré...—pero no pudo terminar su frase cuando Yalens lo interrumpió.

—No se apresure, le pediré ayuda a mi asistente.

Y solo pudo observar la figura de Yalens retirarse del salón, mientras Dennis la seguía.Así que solo termino su trago y brindo una señal a Dustin que estaba atento a cada movimiento en el salón.

—Señores pueden regresar a su mesa el señor Kalman los atenderá en otro momento— exclamó Dustin a la pareja que palideció de la ira por el desplante, pero habían logrado su objetivo incomodar a Yalens.

Luego observaron la figura de Anton salir del salón mientras regresaban a su mesa, dónde Yannis pregunto angustiosamente —¿Y Dayann?

Pero solo recibió una negativa de parte de Isaak

—En el tocador, creo.

Yannis y Xaver se miraron con un tenue brillo de preocupación conocían lo impulsiva que era Dayann y esperaban que no causará un alboroto.

Yalens salió del tocador después de humedecer su rostro y dejar caer unas lágrimas en soledad, ya que no permitía ni que Dennis la observará llorar.

—¿Ya validaste otra salida?—pregunto con voz suave a su asistente que asintió positivamente.

—Muy bien se prudente y nos vemos en unos minutos allí. Gracias.

Pero mientras Dennis organizaba todo, ella salió a tomar aire fresco en el gran jardín posterior de la galería, que estaba levemente iluminado por las luces de la gran fuente de agua rectangular que se encontraba en movimiento continuo.

Descendió cuidadosamente los escalones que dirigían a la fuente, y retiro sus sandalias de tacón alto para sentir la hierva del jardín en sus pies y camino entre los grandes setos perfectamente podados.

Mientras tomaba una gran bocanada de aire y miraba las estrellas deslumbrantes en el cielo, a su mente llegaron recuerdos de hace siete años cuando falleció su padre en un trágico accidente automovilístico, ella tenía solo quince años.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos, por los alegatos de una pareja así que hábilmente se oculto detrás de unos de los frondosos setos del jardín.

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Anton se retiró del salón para buscar a Yalens pero no la encontró, así que se dirigió al jardín de la galería donde sacó de su bolsillo su cajetilla de cigarrillos y dando una gran calada expulso el humo nublando su visión en el proceso, mientras masajeaba sus sienes vio una figura familiar acercarse.

—¿Querido desde cuándo fumas?— pregunto Dayann, con un tino seductor en su voz.

La expresión de Anton se tornó gélida y con desdén brotando de su rostro.

—¿Dayann que haces acá, no deberías estar con tu prometido? —más que una pregunta eran dagas que golpeaban a la mujer.

—Anton sabes que mi compromiso con Isaak es solo un negocio, a quien yo amo es a ti...—pronuncio Dayann mientras intentaba tomar los brazos del hombre.

Anton la esquivó ágilmente, mientras tiraba su cigarrillo y lo pisoteada, luego sin querer discutir con ella, giro su cuerpo y camino rodeando el jardín hasta llegar a la fuente principal que aludía el silencio con su gran caída de agua en espiral.