Capítulo 004. Arte subastado.

Anton subió al atril dando la bienvenida al evento y pronto una gran selección de joyas fueron ingresadas para exhibición.

El grupo Kalman se enfocaba en el diseño, para el trabajaban los mejores artistas, así que las piezas de joyería de aquella primera colección eran más que espectaculares, exquisitas en calidad de orfebrería y materiales.

Yalens estaba impresionada, pero en su rostro no se reflejaba ninguna emoción y solo aplaudió cundo los demás asistentes lo hicieron, ella enfoco su atención a los diseños exclusivos de joyería que se mostraban al público, ya que tenía un gusto especial por las joyas finas y de diseñador.

El ambiente cálido del salón sufrió un bajón a cero grados al ingresar Isaak Rochat, en un traje azul oscuro que resaltaba su imponente figura alta y varonil y de su brazo su prometida Dayann Reymond y sus padres Xaver y Yannis Reymond

Inmediatamente los asistentes comenzaron a murmurar. Los Reymond eran una familia que había logrado escalar de posición social con el compromiso de su hija con el heredero de uno de los grupos más grandes del país el grupo Rochat.

Yalens no giro su mirada solo bebió un poco de vino de la copa que tenía en su mano y siguió observando la exhibición de joyas, y Dennis estaba aún más atenta.

Mientras Dustin cruzo el salón ágilmente para recibir a la familia.

Anton sonrió complacido era el momento del inicio de la noche, se acercó a Yalens dejando que en su rostro se dibujara un poco el deseo y el peligro.

—¿Señorita Reymond, sería mi acompañante está noche?— pregunto extendiendo su brazo acomodando un gancho para que ella lo tomara.

La joven abrió sus ojos levemente a la expresión del hombre, asintiendo dio la copa a su asistente y seguido tomo del brazo del que sería su acompañante brindándole una sonrisa forzada.

En ese momento las miradas de todos los asistentes se posaron sobre ellos dejando de prestar atención a los recién llegados que miraron a la pareja con desdén.

Dustin acudió de nuevo al atril.

—Queridos invitados los invitamos a seguir a las salas adyacentes para observar una colección especial de la galería que tengan una agradable velada.

Anton había iniciado en el mundo del arte hace unos dos años, tenía un gusto especial por este y aunque en un inicio termino estafado fue tomando experiencia y ahora era un subastador excepcional.

—¿Señor Kalman de donde nace su gusto por el arte?—Yalens pregunto en un tono sutil, mientras iniciaba su marcha tomada del brazo de Anton, seguidos por Dustin y Dennis y los demás invitados.

—Señorita Reymond, no es la historia que desea escuchar simplemente me gusta la sensación que se experimenta en una subasta.

Yalens sonrió amargamente, que más podía recibir del tempano de hielo del cual tomaba su brazo, pero lo que más le causaba gracia era que se veía reflejada en el.

Por otra parte unos pasos atrás se encontraban Isaak y Dayann espetando. ¿Cómo es que Yalens era tan cercana a Kalman?

—¿Padre no se suponía que Yalens estaba en Milán?— exclamó Dayann a Xaver con un tono de queja.

—Se suponía que continuaría sus grabaciones no se porque regreso— contesto con una mirada amenazadora y gélida sobre Yalens a la distancia.

Yalens embozo una gran sonrisa de gusto al notar que a los que una vez llamo familia, ahora no podían soportar su presencia.

Todavía estaba en su memoria ese día de invierno hace cinco años cuando sus tíos en compañía de Dayann la echaron junto a su madre a la calle dejándolas sin un centavo y a su madre con una grave enfermedad.

Anton que había permanecido con la mirada al frente en la exhibición, giro levemente su rostro encontrándose con la enorme sonrisa que lucía Yalens en sus labios color coral, y aunque demostraba sarcasmo era una sonrisa de satisfacción.

—¿Señorita Reymond es de su agrado la exhibición?—pregunto Anton intentando tragar la saliva que contenía en su boca y es que desde su visual se lograba divisar perfectamente el escote pronunciado que llevaba la mujer.

Que sin percatarse de lo ocasionado a su acompañante. Yalens acomodo un mechón de su cabello detrás de su oreja respondiendo

—Si señor Kalman su colección personal es muy impactante.

Al llegar a la última sala Yalens se sintió sorprendida, pero oculto su emoción, en esta se encontraban exhibidas las obras originales de la filial automotriz del grupo Kalman.

Y es que el grupo Kalman había logrado destacar por su modelo de exclusividad automotriz, los compradores de autos cada vez deseaban más exclusividad en sus autos, así que la filial diseñaba el auto que el comprador deseaba y ensamblaba el auto con las mejores casas automotrices del país.

Pero también habían diseños exclusivos del grupo del cual se creaban solo cinco autos del diseño, y si un comprador deseaba ese diseño cubriría el costo de los cinco.

Yalens sintió un vuelco en su corazón cuando observo en el gran muro principal el diseño de un auto en color azul de carreras formula uno, con la firma de Lady Yena y una dedicatoria que decía.

“Para mi madre, los sueños de los caídos también se cumplen”

Parpadeando varias veces logrando detener las lágrimas que amenazaban por salir de sus ojos, y mientras regresaban a la sala principal donde una leve y delicada música de filarmónica sonaba.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Dustin indico a cada invitado su mesa alrededor del centro del gran salón y Anton la guío a su mesa donde solo se encontraban ellos y sus asistentes.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP