Anton salió de su mansión en su imponente traje negro con una bella rosa roja en su solapa, mientras era recibido por Dustin que iba muy acordé a la ocasión.
Esa noche el grupo Kalman lograría un nuevo hito en el mundo empresarial. Hace tres años Anton comenzó a trabajar con una pequeña empresa de diseño automotriz, pero su deseo de superar sus adversidades y lograr su venganza lo llevaron a crear un nuevo imperio, la muerte de su padre a causa de una enfermedad por el estrés de la caída de su empresa, y la depresión y ansiedad que tuvo que sufrir su madre a causa de ello, que aún la mantenían recluida en un hospital, no le habían permitido flaquear. — Señor ya llegamos— dijo Dustin mientras abría la puerta del coche. Anton descendió de su Maserati Ghibli, frente a la hermosa e imponente galería Kalman una de las filiales del grupo Kalman. Cuando Anton adquirió la empresa de diseño automotriz, fundo el grupo Kalman añadiendo una inmobiliaria enfocada en la compra, remodelación y luego venta de inmuebles en Alemania y Italia. Después por su gusto al arte familiar aperturó la galería, un majestuoso edificio sobre el parque Luisen, acompañado con un hermoso jardín de setos frondosos. Los flashes de las cámaras y las miradas de todos en la alfombra llena de celebridades y empresarios posaron sus ojos sobre la figura de Anton, fría sin expresión alguna, llena de un poder enigmático. Ingreso seguido de Dustin analizando que todo estuviera en su lugar. Unos minutos después mientras hablaba con el presidente del Banco Leinz, uno de sus principales aliados, noto una presencia ingresar por la gran entrada al salón de la galería, y todas las personas comenzaron a hablar en tono bajo, era ella. •°•° Yalens descendió de su auto y hay estaban las luces de las cámaras chocando con ella abrumándola, pero tomo un suspiro y cruzo aquella alfombra sin expresión en su rostro, al llegar al interior de la galería retiro el abrigo que la cubría pasándolo a Dennis. —Puedes traerme una copa, presiento que la noche será larga— susurro así que Dennis asintió y se retiró. Yalens descendió los escalones mientras las miradas atentas de los invitados se posaban en su figura, inmediatamente fue recibida por un grupo de empresarios. —Señorita Reymond que gusto tener su compañía en este evento. Ella sonrió y saludo adecuadamente, mientras el grupo de personas a su alrededor se aglomeraban cada vez más para saludarla, en ese momento sintió asfixiarse. Afortunadamente Dustin se acercó y aclarando su garganta dijo —Señorita Reymond, bienvenida sígame usted es una invitada especial en la noche de hoy. Yalens abrió sus ojos inquietos e inmediatamente solicito permiso al resto de invitados mientras seguía la figura de Dustin con una leve sonrisa, en ese momento es alcanzada por Dennis que le extiende la copa a sus manos. —¿Hacia donde se dirige señorita?— pregunto Dennis en un susurro. Yalens sonrió, ella se hacía la misma pregunta. Anton observo el despliegue de gracia y frialdad de Yalens al ingresar al gran salón, y arqueo una sonrisa sarcástica de lado mientras dirigía un gesto a Dustin para que acudiera a su recibimiento. —Señorita Reymond, la presento el es el señor Anton Kalman. Yalens y Anton se miraron fijamente mientras los dos hacían una leve reverencia, presentándose mientras el ambiente que los rodeaba se sentía gélido y carente de emociones. Dennis sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y noto la incomodidad en Yalens, su jefa era imperturbable entonces está sensación era desconocida para ambas la barrera de frialdad que Yalens usaba para protegerse había chocado con una barrera aún más grande. Dustin se percató de lo tensó del momento, así que actuó rápido y observando su reloj susurro —Señor ya es hora. Anton asintió levemente y fijando su mirada de nuevo en Yalens, le susurro —Señorita Reymond, me gustaría hablar de negocios con usted si me lo permite. Por el momento sea bienvenida y disfrute de la velada. Ella quedó helada en su posición al escuchar la voz grave y pausada del hombre mientras se dirigía a ella. Su cuerpo se tenso y solo pudo asentir con su rostro levemente, mientras veía la figura de Anton alejarse, seguido se giro y tomo su copa de vino en un solo trago el cual se deslizo quemando su garganta.