Los días transcurrían lentamente y la vida de Regina se había sumergido en una insoportable monotonía. Su matrimonio estaba cada vez peor. Se la vivía trabajando y Nicolás acudía a la empresa únicamente cuando su presencia era indispensable para algún asunto crítico.
Su ausencia era un recordatorio constante de que, para Nicolás, ella no era una prioridad.
Él estaba con Alicia todo el tiempo, mientras ella, por su parte, veía el trabajo como una forma de escapar del dolor que eso le causaba. Pero en los momentos de quietud, su mente regresaba al spa, a ese extraño y brutal "accidente", al que todavía no le encontraba una explicación.
Algo en su cabeza parecía gritarle que nada de esto era una casualidad, que debía de investigar más a fondo.
Así que ese día, salió un poco más temprano de la empresa y se dirigió directamente al spa. Al entrar, el ambiente le revolvió el estómago, haciéndole recordar a detalle lo que ocurrió después de aquel ficticio momento de paz.
Sacudió la cabeza y b