Ya era de mañana cuando Dimitri despertó, había dormido toda la noche tras haber llegado durante noche a la cabaña de la playa. Al bajar observa que el desayuno ya estaba servido, pero era solo uno, así que le pregunta a la sirvienta por Haru y esta dice que el desayuno temprano y se fue a la playa. Dimitri deja escapar un chasqueo ante esa respuesta.

— no se preocupe señor, dos guardaespaldas lo siguen de cerca.— comenta la mujer.

— esta bien. Puedes retirarte.— responde.

Al terminar de comer, salió por la puerta trasera para dirigirse a la playa, al llegar vio a dos de sus guardas parados bajo una palmeras y más adelante hay una enorme sombrilla de playa, y ahí mismo estaba el joven omega disfrutando del sol, cuando este nota su presencia voltea mostrando una sonrisa. 

— caramelito, al fin despiertas, ¿como puedes dormir tanto estando en un lugar tan hermoso?— extiende las manos mostrando una gran sonrisa.

— parece que este matrimonio te esta sentando muy bien.— responde con cierto fastidio.

— no tanto, resulta que mi esposo es impotente, no me ha dado mi noche de bodas.— hace un puchero.   

Los guardas se aguantan la risa al escuchar el comentario del omega, mientras que el ruso parecía a punto de sacar un arma y dispararle. 

— soy bastante viril, la diferencia es que la carne de no se me antoja.— responde molesto. 

— yo soy carne de primera calidad.— se lleva las manos a la cintura.— lo que pasa que eres chimuelo. 

La sisea y mejor se va hasta la orilla del mar para remojar los pies mientras camina refunfuñando por las palabras del alfa, no puede creer que no este tentado a llevarlo a la cama, si es un omega hermoso, rostro bello y cuerpo perfecto, tiene un lindo trasero esponjosito. Al alejarse un poco y ver que había gente, mejor se regresa, solo para ver al alfa ya vestido para la playa.

Pero ahí estaba hablando con dos sensuales mujeres, estas no dejaban de coquetearle, una de ellas le sostiene el brazo presionando sus senos contra él. Haru se acerca corriendo y abraza del cuello al alfa para después de darle un beso mientras enrrolla sus piernas en la cintura del ruso. Dimitri se sorpresalta por ese repentino beso, aunque era torpe por parte del omega, la sensación le hizo sentirse tentado a corresponder. 

 Las mujeres se sorprenden por esto y se siente molestas por la intervención de ese chico, así que reclaman, pero el ruso solo aparta al omega al sostenerlo de la cintura dejándolo en el suelo.

— ¿quien eres?, nosotras ya habíamos llegado antes.— reclama una de las chicas. 

— pues yo llego muchísimo más antes que ustedes.— muestra el anillo de boda.

Las mujeres se muestran sorprendidas, mientras que el ruso solo se encoge de hombros.

— les dije que no podía salir, pero ustedes insistieron.— habla Dimitri.

Dicho esto, se aleja del lugar mientras Haru les saca la lengua con burla. Al estar dentro el omega pasa a sentarse en la sala cruzado de brazos mientras hace una mueca de molestia.

— estúpido alfa, bien decía mi madre, no te casas con ese pito suelto.— se queja. 

Dimitri solo escucha sus balbuceos, pero lo ignora y mejor se va a la oficina que tiene en esa cabaña, no piensa soportar todo el día a ese omega hablador. 

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Al notar que empezaba a oscurecer, salió de su oficina, pero notó un inmenso silencio y cuando pregunto a una de las empleadas, esta le dice que Haru salió con los dos guardaespaldas, avisando que iría a beber algo en el centro, Dimitri pide que preparen un auto, no puede creer que ese omega sea tan descuidado, a estas alturas ya muchos deben de saber que se ha casado con él y si el omega hace algo estúpido, su imagen pública será manchada. 

Llamo a uno de los guardaespaldas para preguntarle y al saber su ubicación manejo hasta allá. Al entrar, la música y las luces estaba en todo su esplendor, pero también había un gran alborotó en la barra, al llegar, ahí estaba el omega compitiendo con otros por bien quien se bebe más shots y por lo visto, Haru ya llevaba muchos. Cuando uno de los guardaespaldas se acercó a Dimitri le dice que ellos intentaron evitar que lo haga, pero una de las mujeres que vieron en la playa estaba burlándose de él porque aparente amado esposo no estaba con él y aseguraba que su matrimonio fue porque la familia del omega compró ese matrimonio, así que Haru la desafío, si ella lograba beber más que él, le dejaría pasar una noche con Dimitri. Por supuesto la apuesta se supo y cuando supieron quien era el esposo del omega, otros se unieron a la competencia. Dimitri se acerca y detiene a Haru de beber más.

— suficiente, aunque ganen, nadie pasará la noche conmigo. — le aprieta las mejillas al omega.

— oye.— le quita las manos.— estoy ganando mi derecho saborearte esta noche.— ríe como tonto. 

Una de las mujeres se acerca de forma descarada mientras se asegura de mostrar perfectamente su escote.

— debería dejarlo seguir. ¿No le gustaría divertirse con el permiso de su esposo?— comenta la mujer acariciando el pecho de Domitri.

— ¿por qué lo haría?— le aparta la mano.— aunque ganen, yo no acepté el trato. 

Sostiene a Haru de la cintura y lo sube a su hombro como un costal para sacarlo del lugar, solo espera que nadie de la prensa sepa sobre esto. 

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Al llegar a la cabaña subió a Haru a su habitación, pero al dejarlo sobre la cama, Haru le abraza por el cuello mientras le sonríe.

— hola guapo, mi esposo no me hace caso, pero tu eres apetecible.— le gruñe.

Dimitri le mira con fastidio, pero le aparta las manos para alejarse.

— así que debes de tener la compensación para tener ganas de engañar a tu esposo.— se burla.

Haru se levanta rápidamente de la cama mientras que saca ropa de su maleta para cambiarse.

— no le digas nada a mi esposo, si sabe que vine con un extraño tendré que pagarle y soy pobre.— 

Después de cambiarse sale corriendo de la habitación siendo seguido por Dimitri. Haru sale por la puerta trasera para después entrar por la entrada principal y al ver a Dimitri de pie cerca de la escalera, sonríe y tras saludarlo sube corriendo las escaleras, aunque debe sostenerse del barandal para no caer. Dimitri solo escucha que se cierra la puerta de la habitación, pero no puede evitar dejar salir un leve risa. 

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