Dimitri entra a la oficina de Randall, quien ni siquiera parece notar su llegada ya que anda perdido en sus pensamientos y suelta un pesado suspiro, reaccionando de un respingo al ver a Dimitri sentado frente a él.

—¿y ahora que te pasa?— se cruza de brazos.— has estado así durante toda la semana.

Randall se queda en silencio un momento, pero finalmente respira hondo.

—quiero pedirle matrimonio a Leo, pero, la vez pasada que estuvimos comprometidos no terminó bien.— se encoge de hombros.

—entonces solo llévalo al registro y casense, no creo que Leo diga que no, y si lo hace, al menos sabes que tomaste el riesgo.— responde el ruso.

Randall observa con duda al ruso, la idea no es mala, pero existe el riesgo de que Leo lo rechace y salga huyendo. Si eso pasará, no soportaría perderlo de nuevo, pero si no se arriesga, no lo sabrá.

—bien, haré los arreglos.— Randall se pone de pie, le entrega un documento a Dimitri.— el pequeñín y tú vendrán a la boda.

Randall sale de su oficina para i