Capitulo 2.

Los guardias sujetan del brazo a Haru y le jalan hacía la salida, pero el omega les patea las pantorrillas y apenas aflojan el agarre se libera, los guardias tratan de atraparlo, pero corre por todo el lugar saltando en las sillas y el escritorio de recepción. 

— si no se queda quieto y sale del edificio mugroso omega, llamaremos a la policía.— advierte la recepcionista.

— adelante diré que me agredieron, a mi, la futura esposa del presidente de la empresa.— responde.

— ¿crees que el presidente se fijaría en un omega callejero? Largo de aquí.— le grita la mujer. 

Los guardias logran sostener nuevamente del brazo a Haru y justo cuando lo arrastran a la salida, el sonido del elevador llama su atención, cuando las puertas se abren todos se tensan al ver al atractivo hombre salir del elevador, era un hombre de presencia imponente, alto y unos ojos de color azul que expresan arrogancia, mientras que su cabello , dejan en evidencia su ascendencia rusa. 

— ¿se puede saber porque hay un escándalo?— pregunta el hombre mayor que acompaña al albino.

— me disculpo señor, ese omega callejero insiste en entrar a ver al presidente y se niega a irse.— responde la recepcionista. 

El ruso dirige su mirada hacía donde esta Haru y este ante la distracción del guardia que lo sostiene, se escapa y corre hacía el albino colgandose de su brazo mientras muestra una expresión de tristeza. 

— caramelito, les dije que soy tu prometido e insisten en echarme, incluso esa bruja me llamo omega sucio y feo.— hace un puchero.

Todos estaban pasmados ante el atrevimiento del omega, mientras que el ruso mira al omega, quien sigue con su expresión de tristeza e incluso hace un puchero. 

— he decidido aceptar el contrato, pero si me apartas y no me defiendes, me largo.— murmura. 

El ruso deja escapar un pesado suspiro, para después dirigir su mirada a la mujer que acuso a Haru.

— señor enseguida lo sacamos...aleja tus manos del presidente...— le ordena la recepcionista.

— ¿acaso no lo escuchaste?— pregunta el ruso.— el joven es mi prometido, ¿quien te crees para no dejarlo pasar?

Todos se sobresaltan al escuchar las palabras del ruso, la mujer hasta parecía que se le caería la mandíbula por la impresión. El ruso la sostiene hace una seña a sus asistente mientras sostiene del brazo al omega para llevárselo a una de las oficinas que están en ese piso, ahí suelta al omega empujándolo y este cae al pequeño sofá.

— ¡oye!, con cuidado que me despeinas.— se acomoda.

—¿como se te ocurre venir y causar un escándalo en mi edificio?, debería hacer que te echen a patadas.— le grita.

— adelante, eres tú quien me necesita, no al revés.— se encoge de hombros.

—¿no? Según recuerdo el que necesita dinero eres tú.— responde con burla.

Haru frunce los labios, pero no se piensa dejar ganar. 

— millonarios hay muchos, si vendo mi virginidad seguro gano algo.— se cruza de brazos con una sonrisa triunfante.  

El ruso solo le mira y suelta un pesado suspiro.— en fin, debemos hablar sobre el contrato.— 

— si, si, aquí esta, pero no lo firme, hay términos que no me convencen.— le entrega el sobre.  

El ruso saca el documento del sobre viendo que no ha firmado nada, así que, mira al chico con duda.

— ¿que es lo que te parece?, ¿la cantidad que recibirás al mes?, ¿la casa?, ¿quieres autos, joyas, ropa?, parece que estas resultando ser muy ambicioso, pero, no creas que vales tanto, podría encontrar a otro.— advierte.

— eres odioso ¿sabías?, comienzas a caerme mal.— chasquea la lengua.

— no es como si tú fueras tan agradable.— responde el ruso.

— en fin, no hablo del dinero, me refiero a lo de cero deberes maritales, ¿por qué no?, ¿acaso soy feo?, porque yo se que soy muy lindo y me baño todos los días.— asegura. 

—¿quieres sexo conmigo?, pero si acabas de decir que soy odioso.— levanta una ceja.

— por supuesto eres odioso, porque tienes una pésima personalidad, pero el cuerpo no tiene la culpa.— lo escanea con la mirada. 

El ruso solo parece molesto por el comentario.

— puedes buscar sexo en otro lado, no me interesa meterte a mi cama.— responde firmemente.

— entonces tampoco podrás estar con nadie para que te haga el favor, la gente habla y no pienso ser un cornudo, porque sin importar cuan discreto seas, lo descubrirán. Si no cambias esa regla, no firmo.— 

El ruso frunce los labios, pero por una parte tiene razón, sabe que en algún momento podrían descubrir que se encuentra con mujeres u omegas, lo cual sería una información muy mala para su reputación estando casado. 

— bien, cambiaré esa clausula, pero si yo no veo a nadie, tú tampoco y el que sea infiel debe pagarle cien mil dólares.— asegura.

Haru sonríe por aquella idea de recibir una penalización, ya que quien será infiel es el ruso.

— no es como que me gustará irme de cama en cama, así que me parece justo.— se encoge de hombros. 

El ruso le pide que regrese mañana, mientras se encarga de cambiar los términos del contrato. Ya con eso asegurado, el omega sale de la oficina, donde capta nuevamente las miradas y cuando el ruso sale tras él, se da la vuelta para darle un beso en la mejilla.

— hasta mañana caramelito.— guiño.

Se aleja dando saltitos y antes de cruzar la puerta de salida, le lanza un beso. Mientras que el ruso solo parece a punto de gritar y romper cosas por el atrevimiento del omega.

— simpático chico, ¿no señor?, creo que sus días serán ruidosos.— comenta el asistente.

— será una molestia, pero, entre los candidatos, él era la mejor opción.— responde Dimitri.

— lo es, no tiene ningún antecedente negativo y necesita el dinero para cuidar de su abuela enferma.— 

Y es que el verdadero Haru necesitaba ese dinero para pagar el hospital de su abuela, una mujer mayor que lo recogió a los 5 años cuando sus verdaderas padres huyeron de sus deudores y dejaron al pequeño en la calle. Aquella mujer lo encontró desnutrido y en malas condiciones, ella no era de dinero, pero uso todos sus ahorros para salvarlo y desde entonces, ella cuido de él hasta que una enfermedad la mando directamente al hospital, Haru dejo la escuela para trabajar en lo que pudiera para pagar los servicios del hospital. Por eso cuando se le presenta la oportunidad de casarse con Dimitri termina aceptando, todo para poder salvar a esa mujer que le salvo la vida. 

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