Mundo ficciónIniciar sesiónLa mano de Jason temblaba mientras levantaba la pluma. Con el corazón hecho pedazos, firmó el formulario de consentimiento. Cerró los ojos con fuerza, intentando contener la insoportable angustia que le aplastaba el pecho.
El abuelo Tom lo envolvió con fuerza entre sus brazos, atrayendo a su nieto hacia un abrazo firme y silencioso.
—Abuelo… no quiero perder a Adeline —susurró Jason, con la voz completamente rota.
—Lo sé, hijo. Lo sé —murmuró el abuelo Tom, dándole suaves palmadas en el hombro.
Un rato después, los médicos terminaron el procedimiento para retirar al feto. Pasaron unos treinta minutos antes de que el doctor finalmente saliera del quirófano. Todos se a







