—Ayuda a tu hermana a instalarse —gruñó con brusquedad.

—¿E-ella se quedará aquí?

¿Por qué carajos ella seguía hablándole como si fuera inocente?

¿Cómo si no se hubiera ido del hospital con ese cabrón al que estaba a punto de matar?

—¿Quieres que la echemos a la calle? ¿Cuándo te volviste tan mezquina Satarah? Es tu propia hermana, volvió de la muerte ¿Y tú cuestionas su estancia aquí?

Él supo que la había cagado al decir eso pero quería ver una reacción en ella. Que Satarah le dijera que lo había visto, que le reclamara. Que tomara su lugar como esposa.

Pero su expresión no cambió.

—Tienes razón, lo siento mucho, es solo que me sorprendió. Iré a ayudarla.

Dimitry se sintió aún más airado que antes.

"¿De verdad solo vas a decir eso, Satarah? ¿No te importo en lo más mínimo?"

Si él llegaba a verla cerca de un maldito hombre estaba acabado.

Su indiferencia era un golpe duro.

Dio un vistazo rápido a la ropa que llevaba Satarah manchada de pintura.

—Y cámbiate esa maldita ropa. Me avergüe