Capítulo 39.
SOPHIE
Las horas que pasan parecen ser interminables. A mi alrededor las personas entran y salen de la sala de emergencias, aunque nosotros seguimos en el mismo lugar, esperando noticias que al parecer no van a llegar nunca.
La espalda me duele por la mala posición prolongada, pero este dolor no se compara con el dolor que siento al no saber absolutamente nada de Chris en todo este tiempo.
Tanto yo como su madre, estamos a la espera. Ella no ha abandonado su lugar en ningún momento, ni siquiera para comer. Gracias a mi madre es que ambas nos hemos alimentado porque si por mí fuera, ni siquiera pestañearía con tal de no perderme de nada.
Y aquí estamos, con el sol saliendo en un nuevo día mientras me quedo a la espera, observando el lugar por donde salieron los doctores a dar noticias a otras familias, menos a nosotras.
Estoy a punto de perder la cabeza, cuando veo que alguien sale hasta el puesto de las enfermeras donde una de ellas menciona el nombre de Chris.
Me pongo de pie de inme