Una semana después
Cada día que pasa, veo el viaje más lejos y lo peor, es que no he podido tener una noche tan agradable como la primera noche con metal en mi pie. Harding, solo puedo verlo cuando se está preparando para trabajar o cuando llega muy tarde y agotado. Por lo que, pedirle que me atienda, es demasiado. Mis días, pasan más aburridos cada día y es debido a que aún no hay Internet ni señal. Algo decepcionante para un edificio tan moderno y nuevo. Sabiendo que no hay más que hacer, termino de leer una de las tantas revistas que traen para mi entretenimiento y con mis muletas, caminó hacia el balcón donde respiro un poco de aire fresco, sin mucho que ver. Porque incluso, una vista tan magnífica, aburre si es lo único que ves. Aburrida y deseando poder hacer algo más que solo limpiar cuando nadie ve, me quedo en el balcón ansian