Miley, ajena a lo que sucedía, miro a Harding y a su asistente en busca de alguna respuesta. Pero, Harding, seguro de no causar más dolor por parte de los Stewart le sonrío y camino hacia ella, para tomar la silla de ruedas y llevarla hasta donde estaba la camilla.
— Bueno, estaba hablando de que tendrás que estar un largo tiempo en casa encerrada por tus heridas. — dice Harding recibiendo una camisa perfectamente limpia de su asistente. — ¿Cómo sabias eso y por qué tenias pensado esconderlo? — pregunta Miley.— Como ya es la segunda vez que te lastimas, creí que ibas a poner resistencia por estar nuevamente encerrada. Por lo que, tenía pensado mantener eso oculto diciendo que pasaras un mes en casa y así, hasta que se cumplan los meses que debes tener en reposo.— Son tres meses, ¿verdad? — pregunta Miley preocupada.— No.