Todos observaban sorprendidos la escena, mientras el complicado y siempre impecable Harding, Lucía sucio, desaliñado y aunque fuera increíble, así se seguía viendo sexy. Incluso, para los ojos de las paramédicas en el lugar.
Ignorando a todas las personas que lo miraban, llevo a Miley hasta una ambulancia, donde uno de los rescatistas, trae una camilla dispuesto a ayudarlo.— Señor Lennox, deje que lo ayude. Nosotros nos haremos cargo. — dice el hombre y Harding lo observa serio.— ¿Dónde hay una ambulancia disponible para nosotros? — pregunta con voz fría.— Por aquí, señor — dice el señor señalando el lugar.Harding camina hacia el lugar y sube hasta la ambulancia, donde con cuidado, coloca a Miley sobre la camilla. — Señor…— Encárgate de los que aún están