Así es como las cosas seguirían adelante. Si Joaquim estaba siendo extremo, él también lo sería. Le habían quitado a la única persona con la que se estaba importando en ese momento.
—Espero que sepa lo que está haciendo. —Joaquim salió de allí, desorientado.
Si el viejo supiera dónde estaba Maia, acabaría con ella con sus propias manos.
Théo entró en casa y acomodó algunas prendas de ropa en una maleta, ya que haría un pequeño viaje por la mañana. Estaba corriendo contra el tiempo. Quería estar al lado de Maia lo más rápido posible; debía honrar la promesa que le hizo. Iba a desenmascarar todo el plan que hicieron para separarlos. El hecho de haber conversado un poco ya lo dejó en paz por un momento.
Recordando la última conversación que tuvo con Fábio, descubrió dónde podría encontrar a Andreza.
—Théo, ¿eso no sería muy obvio? ¿Por qué se escondería en la casa de sus padres? —Fábio preguntó.
—Justamente por eso, debe pensar que yo pensaría de la misma forma que tú, y creer que la cas