CASADA CON EL PERVERSO HERMANO DE MI EX. Capítulo 24.
Emma dejó que Max siguiera durmiendo en su cama, lo cubrió con su colcha y se puso un pijama para luego acostarse a su lado, pues había conducido después de cargar su peso y ayudarlo a subir al asiento del copiloto, luego lo volvió a cargar hasta su dormitorio.
Sí eso no era hacer ejercicio, no sabía que podía serlo.
Este se pegó a ella de inmediato, como si ya fuera costumbre tenerla cerca. Le agradó tener calor humano para esa noche, se quedó en su sitio y no aguantó más el sueño dándose por vencida en brazos del hombre que tenía casi inconsciente respirando en su cuello.
Despertó igual y se preguntó si era así de consentido siempre o en verdad era solo por recordarle que tenía amarrada su alma.
Se dió una ducha y se cambió para ir a preparar su desayuno, asegurándose de dejar cepillo de dientes para él y algo que usara si quería bañarse.
Cuándo Max despertó solo pudo distinguir las sábanas que para nada eran las suyas sobre él, la colcha que tenía encima le dio calor y la lanzó