Victoria se quedó sin palabras, estaba en un trance del cual no podía salir fácilmente. Las palabras de Oliver seguían en su mente agolpándose una y otra vez.
¡Quería que tuviera un bebé para él y Zoé!
Victoria sintió que el tiempo se detenía mientras procesaba las palabras de Oliver. El peso de la revelación resonaba en su interior, dejándola sin aliento.
Sus ojos se encontraron con los de Oliver, buscando respuestas o algún indicio de qué esperaba de ella.
Después de un largo silencio, Victoria finalmente logró articular algunas palabras.
—Oliver, esto es… es demasiado. No sé qué decir.
La sorpresa y la confusión se reflejaban en su rostro. Sin embargo, el miedo por sus amenazas eran mucho más fuertes.
Oliver hablaría de las cosas que le haría si no aceptaba, pero en ese momento sonó su teléfono.
El timbre interrumpió la tensión en la habitación, proporcionando un breve respiro a la abrumada Victoria.
Oliver, con gesto contrariado, miró su teléfono y vio el nombre del remitente parp