Capítulo 38: Pignorando mi alma
Finalmente llegó a la casa de empeños de joyas y entró con decisión. El brillo de los diamantes y piedras preciosas exhibidos en las vitrinas relucía a su alrededor, pero su enfoque estaba en un solo objeto: el collar dentro de su bolso. Sus manos temblaban, sintiendo miedo mientras pensaba en el castigo cuando Andrews lo descubriera.
—Calma, Aurora, cuando tengas el dinero en la mano, no habrá nada de qué preocuparse —se decía a sí misma para darse valor, mientras sacaba el collar del bolso.
El hombre del empeño, un joyero de apariencia refinada, le lanzó una mirada evaluadora cuando colocó la joya sobre el mostrador.
Tomó el collar entre sus dedos expertos, examinando cada detalle, y luego levantó la mirada hacia Aurora con un brillo desconfiado.
—¿De dónde conseguiste esto? —preguntó, con la voz cargada de sospecha.
Aurora no notó el tono, demasiado ansiosa por conocer el valor.
—¿Importa eso? Solo quiero saber cuánto vale —respondió, impaciente.
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