Capítulo 121: Tramando una noche perfecta
El sol aún no había salido por completo cuando Rodrigo estacionó frente a la universidad. Alice ya estaba allí, puntual como siempre, apoyada en una de las columnas de la entrada. Los brazos cruzados, los ojos fijos en el reloj y el semblante impaciente.
—Siempre con cara de que vas a golpear a alguien —comentó Rodrigo al acercarse, ofreciéndole un café que había traído para ella.
Alice arqueó una ceja.
—Y tú siempre con esa sonrisa irritante, como si el mundo fuera una comedia romántica. ¿Qué estás planeando hacer? Te dije que no tengo tiempo.
—Hablas como si fueras alguien importante. Siento que me quitaste el lugar —bromeó él—. Pero tranquila, hoy tienes la mañana libre. Vamos a hacer que este día sea importante para tu amiga y para mi amigo. ¿Está bien?
—Ellos deberían hacerlo por sí mismos, pero ya que son tan tercos, daré lo mejor de mí hoy, ¡Aurora! —dijo Alice con determinación.
Rodrigo rió, pero sus ojos se demoraron en los de e