POV: Zara Caldwell
Por poco y no regreso a la mansión esta noche. Aunque moría de ganas por quedarme a dormir con Evander, preferí no arriesgarme más de la cuenta. Hay demasiados ojos encima de mí y no pienso darles otro motivo para hablar. Le prometí a Evander que nos veríamos más seguido, y esa fue la única razón por la que me dejó ir. De lo contrario, habría terminado secuestrada por él sin remordimientos.
—Señora —la voz de Bob me detiene justo cuando intento subir las escaleras sin hacer ruido—. ¿Dónde estaba? La estuve llamando, pero no respondió.
Me doy la vuelta con una sonrisa nerviosa, buscando parecer natural.
—Lo siento, lo hice otra vez —me rasco la nuca, incómoda. Ojalá no note nada raro en mí—. Salí a resolver un asunto importante y se me fue el tiempo.
Claro... en la cama de Evander, obviamente.
—Mantenga su teléfono encendido. Es peligroso que esté sola fuera de casa —me aconseja con tono serio, y asiento.
—Lo tendré presente. Ya puedes ir a descansar tranquilo. Prom