En este momento, Julieta no estaba de humor para discutir con Leandro, así que simplemente dijo:
—¡Suéltame!
—¡Responde a mi pregunta! —dijo Leandro.
Pero Leandro no pensaba dejarla ir tan fácilmente. Aumentó la fuerza con la que la agarraba y le preguntó:
—¿Por qué? ¿Por qué deseas que Dalila muera?
—Leandro, me haces daño.
—¿Sabes siquiera lo que es el dolor? Dalila se cortó las venas e intentó suicidarse. ¿Sabías eso?
¿Dalila intentó suicidarse? Julieta se quedó pasmada por un momento, pero luego miró a Leandro fríamente y le dijo:
—¡Sí, no podía esperar a la hora de su muerte! Fue ella quien mató a don Camilo y a mi mamá, obligó a mi papá a morir, y te robó a ti de mi lado. ¿No merece morir entonces?
—Esas son sólo especulaciones tuyas.
Después de que Leandro la interrogara de esta forma, Julieta se sintió profundamente herida, y no pudo evitar soltar una fría carcajada:
—De verdad te preocupa tu Dalila.
Cuando la enterraron viva por su culpa, ¿dónde estaba él? ¡Estaba ayudando a D