Kenji miró a su jefe al pie de la escalera lleno de slime verde, brillantinas rosas y algunos legos enterrados en su piel luciendo dolorosos.
Barak se puso en pie resbalando con el slime y las canicas, miró a esos tres traviesos con severidad y el drone pasándole por el frente con la cama grabando lo remató de todas las maneras posible. Su mirada inmediatamente se posó en Kenji.
―Usted me dijo que los ayudara en todo lo que pedían. ―Se limpió las manos al instante. ―No sabía que habían puesto las canicas y los legos. ―Barak volvió a ver a sus hijos y estos inmediatamente quedaron serios.
Lianett quien había escuchado todo el escándalo porque había salido de la habitación para hablar con Julieta miró por las escaleras y al posar la vista en Barak no pudo contener la carcajada. Jamás lo había visto tan ridiculizado y ahí estaba él después de una travesura de sus hijos.
―Los quiero en el comedor a los tres. ―Dijo calmadamente.
―¡Sí, señor! ―Los tres corrieron despavoridos para obede