95. Lugar seguro
Dania.
No pude ir a casa de mis padres, no tuve el valor para hacerlo, no tenía las fuerzas para controlar las lágrimas que se me escapaban de los ojos, así que terminé en el único lugar donde probablemente ver llorar a otra persona no sería tan extraño, no me observarían mal o me juzgarían por ello, en la iglesia.
De rodillas, manteniendo mis manos unidas al frente dejo que las lágrimas salgan de mis ojos con total libertad, mi mente es un caos, aquella voz llena de valentía que me animaba hacer cosas que en el fondo no debería, está en completo silencio, mientras mi santidad me azota con sus reprimendas causándome dolor de cabeza.
"Desde el principio se miró que era un mal hombre, solo recuerda de donde salió"
"No se acercó con buenas intenciones al inicio y lo sabes" "No debiste entregarte a ese hombre, tenías que llegar pura al matrimonio"
"Impura, Pecadora, Mentirosa, Fácil, Tonta"
No tengo fuerza para ponerle freno a mi cabeza, ¿Cómo se supone que podré enfrentarme a esto si