Capítulo 41
VALENTINA
            Axel me miraba con sus ojos llenos de ilusión. Él ciertamente no se esperaba esto y era lo mejor de todo, que me dejaba la posibilidad de poder sorprenderlo. Tomé su mano y la besé y después lo miré fijamente, perdiéndome en el hermoso paisaje de sus ojos para decirle.
            —Mi rey, mi Axel, ahora debes pedir un deseo.
            —Deseo que…
            —No se dice el deseo o de lo contrario, no se hará realidad—lo besé tiernamente.
            Axel partió el pastel y comimos una rebanada con café, después ambos bajamos las cosas para guardarlas y volvimos a subir a su recámara. Él me acomodó en sus brazos como cada noche y me dio un suave y tierno beso.
            —Vale, muchas gracias por estos hermosos detalles que me hacen que te ame cada día más.
            —No me agradezcas amor, siempre quise hacer esto por el hombre que se ganara mi corazón.
            —Te amo mi reina, no lo dudes nunca. Ahora vamos a dormir, preciosa.