Cuatro lunas después:
Seis meses después de la reunión con todos los líderes de manadas y las brujas, la mansión de acogida finalmente está terminada, contando con más de cincuenta habitaciones.
Un trabajo magnífico, con salas de estudio, áreas de juego, salas de entrenamiento.
Un lugar en el que Lovetta siente que nació para estar.
La lycan rubia sujeta el volante con firmeza, sus ojos color caramelo fijos en la carretera. Ahora está oficialmente en su primera misión, y se siente ansiosa y nerviosa como nunca antes. Su corazón late desacompasado, pero evita crear escenarios en su mente, intentando mantenerse centrada solo en el presente.
Respira hondo, presiona el acelerador con más fuerza, decidida.
No voy a fallar. ¡Me llevaré a los cachorros conmigo!
Al entrar en el barrio, observa las calles estrechas y mal iluminadas. El olor a gasolina, orina y basura se mezcla en el aire, una marca inconfundible de las zonas abandonadas a su suerte.
— Vamos a resolver esto de una vez por todas