Lovetta se lanza contra él, ambos rodando sobre la nieve fría, un contraste impactante con el calor de la sangre que mancha el suelo. Se enzarzan en una lucha feroz y primitiva. Sus colmillos encuentran el cuello del lobo enemigo, hundiéndose profundamente mientras siente sus garras desgarrar su costado. El sabor metálico de la sangre invade su boca, pero no suelta. Él la muerde de vuelta, pero Lovetta usa la fuerza que le queda para girar, aplastando al lobo contra el suelo antes de finalmente romperle el cuello con un chasquido seco.
Suelta el cuerpo inerte del enemigo, jadeante, pero sin tiempo para recuperar el aliento. Sus ojos recorren el campo de batalla, captando la imagen del humano inconsciente y sangrando. Entonces, ve el movimiento de Mariana. La bruja tiene los ojos cerrados, murmurando palabras en un idioma que Lovetta no comprende. El aire a su alrededor parece vibrar con energía, como si cada