Las palabras de Lukan tienen el efecto opuesto al que pretendía. Sasha, en lugar de someterse, se niega a ir sin hacer un escándalo. La punzada de miedo se transforma en ira, y sus gritos resuenan aún más fuerte que antes.
— ¡Suéltame, bruto! — grita, luchando contra el férreo agarre de Lukan en su muñeca, intentando liberarse.
El sonido de sus gritos reverbera por las paredes, alcanzando los oídos de Luciana y Kesha, quienes dejan de preparar la caza que Lovetta trajo. Se miran con los ojos bien abiertos antes de correr en dirección a los gritos sin pensarlo dos veces. Al llegar a la escena, ven a Lukan arrastrando brutalmente a Sasha, su postura fría y controlada es irritante mientras mantiene su muñeca firmemente sujeta.
La indignación arde en los ojos de Luciana y Kesha. Se acercan rápidamente.
— ¡Lukan! — gritan ambas al unísono, sus voces llenas de autoridad.
Lukan se detiene y las observa, una ceja arqueada con irritación. Su mano sigue sujetando firmemente la muñeca de Sasha,