LISSANDRA

Cinco días, cinco días habían pasado desde que Ash se fue a europa, aunque hablábamos a diario, me hacía falta su calor, su aroma, su piel, solo dos dias más, tenía que soportar dos días más y él estaría conmigo.

El salón estaba vestido de magia. Candelabros de cristal, rosas negras, cortinas de terciopelo. Una fiesta de máscaras organizada por un antiguo socio de los Gardner. Ethan, Oliver y Olivia ya habían llegado. Tiff, por supuesto, con un vestido negro que gritaba rebeldía. Camila lucía como una diosa griega, con una máscara plateada.

Y yo… yo llevaba un vestido rojo profundo, con encaje en la espalda y una máscara a juego que apenas ocultaba mis ojos. Mi piel ardía de nostalgia al ver todos esos hombres enmascarados, no pude evitar recordar la primera vez que estuve con Ash. Al recordarlo me sentía sola, de pronto me embargó un sentimiento de pena y me quise devolver a casa, extrañaba mucho a mi esposo. Justo cuando iba a escaparme William se acercó con una sonrisa,