Capítulo 258.
En la habitación de la pareja de alfas de la manada Garra Dorada, Oleika se encontraba con el corazón latiendo a contra reloj, estaba nerviosa y ansiosa en partes iguales, tenía mucho tiempo sin hacer esto…
Demasiado para ser sincera.
La habitación estaba con una luz tenue, dejando la prioridad a los juegos de sombras que se movían de forma traviesa de un lado a otro.
Brindando intimidad y apertura para…
En ese momento la puerta de la habitación se abre, dejando entrar a Malcolm fuerte y sensual, bañado en una delgada capa de sudor
— Pelirroja…— Susurra el con un tono tan bajo y grave que solo de escucharlo ella se relame el labio inferior.
No podía verlo, pero Oleika sabía que él había captado su olor lleno de feromonas.
— Ven a mi…— susurra ella al mismo tiempo que la anticipación provoca un pequeño temblor en sus piernas.
Un suspiro tosco y lleno de frustración sale del pecho de Malcolm.
— No tienes idea pequeña…— Inicia el, dando solo un par de pasos hacia ella, para después deten