Capítulo 230.
Frente a él se encontraba la lisiada de su hermana, sosteniéndose a los desniveles en un alto de la pared y con la otra mano sostenía el contenedor de magia.
— No serías capaz— declara el príncipe saltándose un latido de su corazón— no te conviene, solo te recomiendo que …— se acerca con sumo cuidado y con un tono conciliador, paso a paso, intentando distraerla para acercarse lo suficiente y recuperar el contenedor, después de obtener su sangre, ya no la necesitaba con vida.
Podía arrojarla al vacío para salvarlo si era necesario.
Clara comienza a negar con la cabeza en este momento declara ella con un tono de voz firme, anticipando que no pensaba escucharlo más o ceder.
— Prefiero morir que dejarte ganar.
Justo después de decir esas palabras suelta el contenedor al vacío, los rayos del sol rebotan en el oro del huevo en movimiento creando una serie de destellos maravillosos de ver.
— ¡Noooooo!— grita Franco desesperado al mismo tiempo que corre con la esperanza de alcanzar a tomarl