En la playa donde se asentaba el aquelarre Trent estaba corriendo desesperado…

— ¡Adaku!— grita a lo lejos el brujo mayor, había sentido el tsunami de magia había, sentido las diferentes esencias recorrer su cuerpo y después salir curando cada uno de los malestares que lo habían aquejado últimamente pero si él lo había sentido, tal vez… solo tal vez… pensaba emocionado al mismo tiempo que corría en dirección de la morena.

— Adaku— dice el arrodillándose junto a ella, tratando de consolarla ayudarla o mínimo leer la reacción y el sentimiento en su rostro.

En ese momento ella se gira con la mirada inundada de un brillo que Trent no habia visto desde que estaban en sus años de juventud…

— Lo siento…— Volvió a decir llena de alegría.

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En la manada barra dorada Oleika se encuentra acomodando los últimos estadios para unas trampas ocultas

Todas las indicaciones se habían seguido al pie de la letra una gran manada de desertores serían desviados En esa dirección al ser bloquea