Capítulo 218.
— ¡Que te vayas princesa! ¡Vete!— gritó el otro hombre que se encontraba en una celda justo a un lado de Devon.
Clara respiró profundo colocó sus manos en el pecho y cuestionó esta vez un poco más fuerte.
— ¿Eres tú?
En ese momento cientos de recuerdos de su infancia regresaron a la mente de Clara.
En todos ellos, se encontraba el entrenador de su hermano, el guerrero invencible, ese a quien había admirado hasta el momento de hoy, que había desaparecido, que había abandonado su enseñanza y que ella había extrañado sin piedad.
— Obedece pequeña princesa— la voz inconfundible del guerrero llega a ella.
— ¿Siempre estuviste aquí?
— Y ha valido la pena— dice el guerrero— eres todo lo que pensé que serías y más.
Los dos hombres que la habían visto como algo más que un error estaban pagando las consecuencias de su existencia.
— Estás aquí por mi culpa, has pasado toda tu vida encerrado en una celda por mi culpa.— La voz de Clara que antes se había escuchado firme y decidida a protegerlos