Oleika abrió los ojos impactada ante ese detalle

“¿Y si ellos eran enemigos? ¿y si Trent era de quien realmente tenía que escapar y estaba confundida?”

— Solo denme un momento— dijo ella alejándose del lugar.

Mientras esto sucedía Trent se acercó a Malcolm para susurrarle.

— Necesito ver tu ojo, lo vas a perder si no hacemos algo rápido— aunque en ese momento el brujo se quedó observándolo intrigado, y no se molestó en ocultar su curiosidad — pero… ¿por qué tu lobo no ha hecho nada por curarte aún?

Malcolm apretó las quijadas, endureció su vista en el único ojo que tenía funcional y bajó la cabeza mostrándose dócil, cosa que le costaba demasiado.

— Deseo no hablar de eso ahora.

Trent asintió y de forma implícita comenzó a curar con su maná la herida sangrante del ojo de Malcolm.

Cada uno guardaba sus propios secretos pero ya casi era momento de confesarlo todo ante el mundo.

La pelirroja iba caminando por una especie de sendero, muy delgado intentando alejarse de Malcolm y Trent.

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