Capítulo 156.
— El mar se encuentra inquieto — declara Trent al mismo tiempo que pone sus pies descalzos en la orilla de la playa.
— No es difícil de creer— dijo ella — que mucho tiempo antes este pudo ser nuestro destino, que estar juntos fuera una realidad común.
En ese momento Trent se giró, buscando una respuesta en el rostro de Adaku, buscando un indicio de qué era lo que había sucedido tantos ciclos lunares atrás.
— ¿Qué pasó esa noche? ¿Por qué jamás regresaste? ¿Por qué me abandonaste? ¿ por qué no volviste?
Las preguntas tan llenas de dolor, de impotencia y sobre todo cuestionamientos sobrepuestos, acumulados cientos de teorías en las que había pensado durante cada noche, durante cada año, para después de culparse a sí mismo.
Todo eso Adaku l sintió de golpe.
Trent había fingido aceptar que ese era su destino y conectó su mirada con la de los ojos de esa mujer, ojos que declaraban que estaba llena de secretos, llena de tristezas, llena de culpa.
— No puedo decirlo.— susurró ella consien