Capítulo 105.
El garrazo tan rápido de Malcolm hace temblar a la anciana y ella cierra los ojos, después de tantos años de golpes y maltratos lo hace por inercia, la necesidad de protegerse la lleva tatuada en cada cicatriz de su cuerpo.
¡Zaz!
El Alfa rompe las esposas que mantenían detenida a la vieja mujer al piso de un solo impacto.
— Gracias— jadeó la señora con los ojos llenos de lágrimas, finalmente podría tener una esperanza, después de tantos años de sufrimiento y dolor.
En ese momento Malcolm corrió para abrir las esposas de cada una de esas esclavas.
Muchas no podían caminar, estaban afectadas por estar en la misma posición durante demasiado tiempo, incluso otras tenían ya sus cuerpos con extremidades en estado de putrefacción.
— No puedo llevarlas a todas — dijo Malcolm al mismo tiempo que se agachaba y comenzaba a ayudar a una joven niña a levantarse. — Debo encontrar una solución.
En ese momento el aire comenzó a hacerse denso como si tuviera electricidad y comenzara a eliminar cada