Capítulo 106.
La adrenalina aún corría por las venas de Malcolm, como si fueran agua en una cascada, fuerte y sin piedad, él quien se negaba a soltar de entre sus brazos a Oleika.
“Había estado tan cerca de perderla, es una terca ¿cómo se atrevió a dejarme atrás?” pensaba nervioso.
Pero el tiempo era un recurso demasiado limitado, demasiado poco para todo lo que se tenía que hacer.
La pelirroja en un momento de desesperación comenzó a empujar ese cálido abrazo que la inundaba de paz y tranquilidad.
Una a una iban saliendo las esclavas de ese lugar, dejándolo vacío justo como se sentía ella en ese momento.
“Necesito irme de aquí, necesito alejarme” pensaba Oleika al mismo tiempo que todo su cuerpo se resistía de cierta manera a eliminar el pavor que había sentido recorrerla todo su cuerpo.
— Ne…ce…si…to— dijo ella con un tono de voz pausado y temeroso…
— ¿Cómo?—él la escuchó pero no podía soltarla.— Unos segundos más te lo suplico— susurró— no hablemos, permíteme estar a tu lado unos segundos más.
Ma