Ixtlie jadea desesperada.

— Ya sé que eres un reflejo de mi propia imagen— declara Ixtlie al mismo tiempo que mira a esa criatura sonreír.

— Finalmente has recuperado tu memoria— La mirada de la criatura se llenó de luz al saber que finalmente estaría en su lugar correspondiente.

La pelirroja asiente y de forma automática esa criatura que había estado guiándola con acertijos comienza a deshacerse en medio de una especie de neblina que no había existido un instante antes para ser absorbida por el cuerpo Oleika.

Varios rayos salieron dispersos del cuerpo de la pelirroja, pero en cuanto ella se siente recuperada del incesante dolor que es unir las células e imágenes mentales de cada una de sus incontables vidas, las últimas piezas de conocimiento toman su lugar y comienza a gritar desesperada:

— ¡GARWAL! ¡GARWAL! — Gritó ella en cualquier dirección, exigía verlo de forma inmediata.

En ese momento todo lo que había sido luz y claridad comenzó a hacerse una especie de nube gris, llena de