Oleika se acerca a Malcolm con la desesperación palpitante en su cuello.

Después de haber aceptado un trato, del cual no sabía cuáles serían las consecuencias, necesitaba, es más, imploraba al creador por ver a su amado Malcolm despertar.

Hasta una criatura ancestral como ella tenía limitantes.

— ¡Enfoquen en maná!— Gritaba Trent con el rostro lleno de sudor por el esfuerzo que le representaba mantener el ritual de purificación en pie.— Alen… Alen… Alen… Mi lena fuen suo, cuo despertare… despertare… expulsare osuare… expulsare osuare— recitaba una y otra vez.

El cuerpo de Trent estaba casi drenado de fuerza y magia, tenía una barrera que salía del mismo cuerpo del Alfa evitando que se filtrara la magia oscura que lo mantenía inconsciente.

Él mismo estaba luchando contra cualquier intervención en su ser.

“De no suceder algo favorable, o que el acceda a que lo ayudemos… será demasiado tarde” Pensó Trent desesperado buscando otra cosa en la cual anclarse para seguir resistiendo, la fa