Capítulo narrado por Ágata

Hoy se cumplen tres días desde que el cuerpo moribundo de Stefano desapareció de la mansión de su tío sin dejar rastro, o como dirían los humanos, por arte de magia.

Algo que indudablemente sí fue un acto mágico, y no de un brujo o hechicero cualquiera de poco nivel, se trata de alguien con especialización en atravesar barreras mágicas, y es que las mías siempre son lo suficientemente fuertes como para aguantar ciertos ataques externos.

No es que quiera proteger el entorno de mi antiguo alma pura, hombre que hasta hoy día mantiene a su nueva conquista rondando la mansión de un lado a otro con poquísima ropa y siempre coqueteando con los guardias. Obviamente que al no ser mi problema no me detengo ni siquiera a saludarla, ya cargó con suficiente presión como para aguantarme otras escenas de Iván.

Sigo encerrada dentro de sus dominios porque no me permite marcharme hasta que encuentre a Gianna, y de paso utilizarme para leer la mente de sus enemigos y obten