Ryu voló desde Europa a Estados Unidos y ahora se hospedaba en un lujoso hotel en el Upper east side en Manhattan. Había hecho cerrar los dieciséis pisos del edificio, solicitando, además, el acondicionamiento de los mismos para su estadía en la ciudad. No debía filtrarse la luz solar en ninguna de las habitaciones ni pasillos.
Se alojaba con su comitiva conformada por aproximadamente cincuenta personas entre humanos y vampiros que se encargarían principalmente de la seguridad del príncipe. Trató de convencer a Zahyr y Vlad que se hospedaran con él, pero aquellos declinaron y prefirieron alojarse en una pequeña villa propiedad de Nina Rosewood, en las afueras de la ciudad. Ryu lo entendía, pero él no podía pasar desapercibido. Para su causa necesitaba desencadenar todo el revuelo posible. Le era necesario encantar, sorprender y fascinar a los humanos para que los pudieran aceptar. Él era el rostro del vampirismo en el mundo, quien daba los discursos y aparecía en televisión, el per