— Hoy no solo vamos a celebrar tu cumpleaños mi amor – dijo Paolo tomando la mano de Elizabeth.
— ¿A no? – arrugó la frente mientras caminaban juntos.
— No preciosa – le sonrió – Vamos a celebrar la muerte de Konstantin – acarició su mejilla – Y también que tenemos a la Superintendente comiendo de la palma de nuestra mano, la Central de mando será nuestra en un chasquido.
— ¿Crees que será fácil? – levantó una ceja.
— Nadie será tan bueno como Konstantin y mira, encontró su final – le sonrió – Cuando tenga a Wayne mandare un mensaje a Sacramento.
— ¿Y cuál será ese mensaje, amor?
— La Red controla todo ahora, nadie debe interponerse entre ellos ahora – suspiro – Y así también mandaré un mensaje a esa mafia, nadie debe enfrentarse a nosotros.
— Nadie – Beth se acercó a besarlo.
Si supiera que sus planes se van a ir al caño por culpa de una mujer.
{…}
La hora estaba cerca, Lebrant ya tenía su traje completamente negro. Tenía sus armas listas, tanto en el tobillo, la pierna, la espald