-Repite eso si te atreves- le gruñó White.
El beta se dejó caer de rodillas en una muestra de sumisión y de respeto.
-Alfa, usted sabe que soy fiel a usted hasta el último día de mi vida, pero a la vez, ella es mi sobrina. Nunca me he perdonado por no corregir a mi hermana a tiempo, trayendo todos estos problemas a la manada, todos estos problemas a usted. Y ahora… ella es lo único que me queda de familia, como si la diosa Luna me la enviara para redimir mis errores. Pero a la vez sé que dejarla aquí estaría en contra de las reglas y lo pondría en una situación complicada. Por eso…
-Cállate- White gruñó sonoramente apretando su entrecejo- No digas ni una palabra más.
El beta bajó su cabeza.
-Disculpe por ponerlo en una situación tan difícil.
Y si lo era. Estaba contra la espada y la pared. Por un lado, Sky era su mano derecha, el lobo en quien confiaba hasta su vida, sus cachorros cuando no estaba y hasta su manada. Dejarlo ir por algo así…, por otro lado, estaba la cachorra. Mostrars