White cerró la puerta de la habitación cargando dos jarras llenas con té caliente calmante para Xana y Ciliam que hasta el momento no habían intercambiado una sola palabra desde que había entrado allí. Y es que la situación hasta a él le había impresionado. De pasar tantos años creyendo que tu familia es otra y que eres humana… a en menos de un minuto darte cuenta que tu padre es otro, y además lobo.

Por lo que significaba que Xana… era una híbrida. Eso explicaba por qué había podido tener gemelos. Algo realmente extraño y complicado en el mundo de ellos. Wao, su pareja cada día era más genial. Eso, además, indicaba que sus cachorros solo eran un 25% humanos. Eso agregaba más puntos a la fuerza natural de ellos.

Se acercó y le dio la taza a Ciliam y se sentó al lado de Xana agarrando sus manos y poniendo la taza entre sus dedos.

-Tómalo primero, te hará sentir más calmada- le dijo besando sus sienes.

Xana miró el contenido rojizo y después a su mate con una leve sonrisa cansada. Recib