Capítulo 17: Golpe de orgullo.
Lady Violeta Lancaster respiró hondo, por fin girándose hacia él. Su rostro era sereno, pero sus ojos… sus ojos estaban cargados de una sinceridad demoledora.
—Lo que pasó hoy no cambia nada, ¿entiendes? No espero tu gratitud. Ni tu cercanía. Ni tus palabras suaves. Puedes seguir tratándome con esa frialdad medida. Puedes seguir viéndome como la hija incómoda de un duque caído en desgracia, o como una dama sin valor, útil solo para la política. Puedes seguir pensando en Arabella cada vez que respiras.
Leonard frunció el ceño, incómodo.
—Lady Violeta...
—No —lo interrumpió, con un gesto seco—. Déjame terminar.
Avanzó hacia él, sin miedo, hasta quedar frente al diván. No lo miraba desde el rencor, sino desde la más cruda claridad.
—No quiero ser amada por ti, Alteza. No me interesa ocupar el lugar que tú habías reservado para otra. No quiero tus migajas, ni tus recuerdos disfrazados de atenciones. No me importa si tus pensamientos vuelan hacia Arabella cuando cierras los ojos. Ya no.
El