Día siguiente. 9:31 am.
Estaba preparando mi desayuno tranquilamente cuando oí una voz proveniente de la entrada a la cocina comedor.
— Buenos días —giré y le vi.
— Buenos días my Sugar, ¿quieres que te prepare algo? —volví a concentrarme en preparar mi desayuno.
— ¿Qué estás haciendo? —preguntó acercándose.
— Huevos con tocino, te prepararé un poco —En ese momento él colocó su barbilla en mi hombro—. ¿Qué haces?
— Es que huele de maravilla desde aquí —notó como no dije nada y solo seguía cocinando, miró mi rostro notando que estaba tensa y sonrojada, sonrió ante esto y se apartó.
< ¿Qué fue eso?