— Ya veo, por ese motivo es tu fobia —Seung analizaba mi historia.
— Me enfrenté a ellos, y...pasaron meses burlándose de mí, todos se alejaron excepto mis verdaderos amigos, gracias a ellos pude seguir —Me encogí de hombros con indiferencia.
En ese momento Seung se levantó de la silla en la que estaba sentado y se sentó a mi lado en la cama envolviéndome en un abrazo.
— Lo has hecho bien —comenzó a darme palmaditas en la cabeza.
— ¿Seung? Estoy bien, fue hace mucho tiempo —dije y le di un par de palmadas en la espalda para reafirmar mis palabras.
—no estás bien, si lo estuvieras no tendrías tus fobias, te admiro, has soportado muchas cosas, y has avanzado a pesar de todo, siempre con esa sonrisa en tus labios —Me separó de su abrazo para