Flor Pérez
No podía quedarme tranquila mientras Matías sacaba cara por mí, ya no soy la misma escuincla de hace 9 años. Ha pasado el tiempo y mi vida con él, así que ¿Por qué debería temer a un hombre como él? Él no tiene la calidad moral para venir aquí y hacer ¿Qué? ¿Querer obligarme a ir con él?
Sí, podría dejar que Matías arregle la situación, pero eso, ¿Qué diría de mí? El viernes me besuqueo con aquel y luego mi hermano debe sacar cara por mí, no, eso no es correcto. Así que lo primero que hago es encargar a mis hijos con Blanca y tomar valor de dónde puedo para salir.
Al hacerlo, noto que mi hermano está parado a lado de su auto y el otro, tal como lo conozco, arrogante, no ha descendido de él. Note que ambos estaban enfrascados en una discusión, así que cuando noto que esta iba a subir de tono, es cuando decido acercarme más.
- Matías… -digo haciendo voltear a los dos.
Lo hago porque se bien que él puede perder la cabeza y poner en su lugar a Christian, pero no lo merece, no, d