Christian Walker
A regañadientes me levanté de la cama. Flor también lo hizo, desayunamos con los niños, posteriormente, le pedí a Flor que no dejase entrar a nadie en casa. Hoy tenía que salir, ya que había algunos asuntos importantes que tratar y después de ahí volvería con ellos.
No quise mencionarle que vendría a la mansión a dar una visita a mi abuelo, puesto que, él y yo, tenemos una larga charla pendiente.
Al llegar a casa me sorprendí ante la imponente presencia de mi abuela, la cual, desconocía que ya había llegado y no en 1 una semana, como creía que lo haría.
- ¡Christian! ¡Hijo mío! ¿Cómo estás? ¿Dónde has estado? Llegué anoche a casa y me topé con la sorpresa de que no estabas, tu abuelo me dijo que ya no vives más aquí.
- ¡Hola, abuela! ¿Cómo estás?
- Bien, mi cielo, bien, oye… Con la novedad de que tu mujer ya regresó contigo… -dice y creo saber por dónde va.
- Sí, ahora vivimos juntos con los niños.
- ¡Ya quiero conocerlos! ¡Muero de ganas por conocerlos!
- Sí, supong