De armas tomar.
La mansión Carbajal estaba sumida en una paz envidiable, una que resultaba casi abrumadora.
— ¿Que te ocurre mujer? — Indago Damián Carbajal al escuchar como su esposa dejaba escapar un suspiro.
— Estoy aburrida... la casa está demasiado tranquila — respondió apoyando su cabeza de la palma de su mano con fastidio — pensé que a estás alturas estaría planeando una boda, una luna de miel y preparándome para recibir nietos futuramente... pero estoy estancada.
Damian puso los ojos en blanco, entendiendo hacía donde quería ir Bianca con esa conversación.
— Técnicamente, deberías estar preparandote para recibir a tu nieto, Litzy ya debe estar rondando los 7 meses — respondió el hombre, Bianca chasquio la lengua con molestia.
— ¡Sabes que no me refiero a eso!... me refiero a Mónic con nuestro hijo... es decir... ¡todo iba tan bien!, que estaba segura que para estás fechas él ya le habría propuesto matrimonio y yo estaría organizando una super boda en solo un par de semanas para que se cas