Daniela ya dijo algo malicioso, que esa broma la haría reír durante mucho tiempo.
¿Qué había de gracioso?
Ella se desmayó por el dolor de estómago, no porque Manuel y Luisa hubieran reavivado su antigua relación y la hubieran llevado al hospital por enojo. De todos modos, ella estaba decidida a no admitirlo.
María se despertó con dolor de espalda y cintura. Se dio la vuelta y elevó la almohada para sacar su teléfono de abajo. Después de encenderlo, le preguntó a Daniela a través de WhatsApp: [Hace casi una hora que fuiste a comprar comida, ¿estás en casa cocinando?]
Después de enviar el mensaje, esperó unos minutos, pero Daniela no respondió.
María estaba bastante perpleja.
Esa chica siempre estaba muy ociosa, prácticamente actualizando su estado en redes sociales a cada minuto. ¿Cómo era posible que ahora no hubiera ni rastro de ella?
Mientras fruncía el ceño, un número desconocido llamó a su teléfono.
María dudó si contestar o no. Sus dedos se movían de manera aburrida sobre la panta